Irene Villa es un ejemplo de superación. Cuando tenía 12 años, sobrevivió a un atentado de ETA, en el que perdió las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda. Con ayuda de su madre, que también fue víctima, aprendieron a superar el trauma. El hecho de no tener piernas no supuso un obstáculo en su vida ya que consiguió ser campeona de esquí en España. Se casó dos veces y es madre de 3 niños.