En su llegada con el avión a Katmandú, Jesús Calleja se reencontraba con su amigo Simone Moro, al que abrazaba mostrando las muchas ganas que tenía de verle: "Es un gran amigo mío, hemos coincidido en el Everest, luego nos hicimos amigos pilotos y, ahora, es el mejor piloto de rescates de todo el Himalaya".